martes, 29 de mayo de 2007

Desmenuzando a Daniel (3)

Tomado de: http://www.2think.org/hundredsheep/bible/comment/daniel.shtml el 2007-05-24, y Adaptado y Traducido al Español por quien escribe.

Revelando a Daniel

Las Visiones de Daniel

En su esencia, el libro de Daniel pretendía ser un libro profético. Hasta el final, Daniel registra cinco visiones en las cuales el curso del futuro es hecho progresivamente más claro. Daniel utilizó unos pocos símbolos estándares en estas visiones. Las naciones gentiles perturbadas son representadas por bestias quiméricas, los reyes son representados por cabezas o cuernos.

  • La Primera Visión - La Estatua de Nabucodonosor
  • La primera de las visiones de Daniel ocurre en la primera parte del libro, como parte de las historias legendarias de Daniel y sus amigos. En el segundo capítulo del libro, Daniel registra que el rey Nabucodonosor tuvo un sueño perturbador. Incapaz de recordar el sueño al día siguiente, el rey convocó a sus astrólogos y magos, y les ordenó hacerle recordar su sueño, y darle la interpretación. Obviamente, los astrólogos de Nabucodonosor fueron incapaces de cumplir. En un arrebato de ira, el rey comenzó a ejecutar a todos sus hombres sabios. Daniel y sus amigos también cayeron bajo la sentencia de muerte. Daniel oró a Dios por asistencia, y fue recompensado con una visión (2:19) que le reveló el sueño del rey.Entonces, Daniel apareció frente al rey y le contó su sueño. Este sueño, y su interpretación, es la clave de todo el escenario profético que sigue.

    El sueño de Nabucodonosor consistía de una gran estatua (2:31). La cabeza estaba hecha de oro, el pecho y los brazos de plata, el estómago de bronze, y las piernas de hierro. Los pies estaban compuestos de hierro y barro (2:32-33). En su sueño, Nabucodonosor vio una que "piedra se desprendió sin que la cortara mano alguna" y golpeó a la estatua reduciéndola a pedazos (2:34). La piedra entonces se convirtió en una montaña gigante que llenaba la tierra (2:35).

    Luego Daniel da su interpretación del sueño. Las cuatro secciones de la estatua representan cuatro reinos que durarán desde el tiempo de Nabucodonosor hasta el final de los tiempos. Daniel explica que Nabucodonosor (Babilonia) es el primer reino (2:37-38). Los otros tres reinos no son identificados por nombre. Es sólo al referir a las otras visiones de Daniel que se puede determinar cuáles son.La identidad de estos tres reinos es materia de no poco debate. Por razones que se despejarán cuando se examinen las visiones, la mejor interpretación es que el reino de plata es Media, el de bronce es Persia, y el de hierro es Grecia. Sin embargo, esta interpretación es generalmente rechazada por los futuristas. La razón no es difícil de encontrar. Daniel específicamente predijo que el reino de Grecia será seguido del reino teocrático de Dios - el Cielo vendrá a la tierra.

    Obviamente, esto no pasó. La implicación entonces es que Daniel no era un verdadero profeta de Dios, y la presencia de este libro en el canon de la Biblia se vuelve problemática.

    Con el fin de extender el alcance de esta, y las otras visiones, los futuristas sostienen que el segundo imperio es el imperio combinado Medo-Persa, el tercero es Grecia, y el cuarto es Roma. El cuarto imperio nunca será conquistado realmente, pero será dividido hasta el final de los tiempos, cuando un Imperio Romano revivido y reunificado desafíe a Dios por el control del Cosmos, y desencadene en el conflicto final.Hay algunos problemas con esta interpretación. La primera de esats, como se verá, es que Daniel refiere indirecatmente a este sueño durante la interpretación de las otras tres visiones. Las visiones remanentes pueden ser definitivamente mostradas como que culminan en el Imperio Griego, y Antíoco específicamente.

    Segundo, Daniel dice que el segundo imperio será inferior al primero (2:39). En su apogeo, el Imperio Persa abarcaba más de tres veces al Imperio Babilónico, y mantuvo este poder por más de doscientos años, casi un siglo más que el Imperio Neo-Babilónico. Es difícil ver cómo podía decirse que Persia era "inferior" a Babilonia.Finalmente, puede mostrarse fácilmente que la interpretación futurista de Daniel aún hace a Daniel un falso profeta, porque implica que Roma sería el imperio final del mundo que controle el Medio Oriente. El Fundamentalista John R. Rice pone esta acotación:

    "Al final aparecía el Imperio Romano... Luego no seguiría algún otro imperio mundial, dado que las Escrituras especifican que no seguirá. El papado, Carlomagno, Kaiser Guillermo de Prusia, Hitler, Stalin, Mao de China, todos aspiraron al imperio mundial como los comunistas hacen ahora, pero fallaron y todos deben fallar." (Our God-Breathed Book - The Bible, 1969, pg 305).

    Sin embargo, el Imperio Turco Otomano comenzó un período de rápida expansión en el siglo trece D.C., y llegó a controlar mucho del Imperio Oriental, los Balcanes, Asia Menor y partes del Norte de África. Los Otomanos retuvieron el control de Palestina, y su capital Jerusalén, por varios siglos (motivando a la Iglesia Católica a entrar en una serie de guerras desastrosas - las Cruzadas). En su apogeo, el Imperio Otomano fácilmente rivalizada con cualquiera de los imperios antiguos en riqueza, tamaño e influencia. Es algo extraño que la visión profética de Daniel hubiera olvidado completamente esta era extremadamente importante de la historia.

    Con el fin de fortalecer su defensa, los futuristas tienden a señalar que la estatua tenía dos piernas de hierro que, ellos indican, representa una división del imperio. Dado que Grecia se dividió de cuatro formas (11:4), una división en dos encajaría mejor en la división del Imperio Romano en las facciones de Oriente y Occidente. Aunque esta interpretación es satisfactoria, es importante notar que Daniel mismo nunca unió significado alguno a las dos piernas, y es avezado poner las palabras en la boca del autor. En cambio, Daniel se refiere a los 10 dedos como representativos de división (observe también que no une significado alguno al número diez -puede simplemente haber querido decir "muchos"). Tal división de Roma no puede ubicarse históricamente, pero encaja en la descomposición del reino de Alejandro en cuatro, y luego varias facciones belicosas. Más aún, Daniel señala que estas facciones podrían "unirse unas con otras" (2:43), una frase interpretada por algunos traductores para referir a contratos matrimoniales. El undécimo capítulo de Daniel registra ciertos contratos matrimoniales entre dos de las dinastías belicosas, pero estos matrimonios políticos generalmente fallaron en alcanzar el efecto deseado, como Daniel predijo nuevamente en 2:43.

    Entonces: ¿cómo entender las visiones de Daniel? Se puede localizar fácilmente Babilonia como el primer imperio y, como se verá a su tiempo, Grecia era el cuarto. ¿Qué imperios constituían el segundo y el tercero? Sabemos que Persia no podía ser el segundo, dado que Persia no era, en modo alguno, "inferior" a Babilonia. En cambio, la descripción del tercer imperio "que gobernará sobre toda la tierra" es una mejor descripción de Persia. La identidad del segundo imperio permanece enigmático. Como se ha visto, Daniel pensó que Babilonia caería a los Medos (5:30-31), parece que Media es un buen candidato para el imperio segundo. Esta interpretación parece ser fortalecida por el hecho de que sólo cuatro imperios son mecionados por nombre a través del libro de Daniel. Estos son Babilonia (1:1), Media y Persia (8:20) y Grecia (8:21). Como se verá después, Roma (o, más precisamente, una de las ciudades-estado que formaría parte del Imperio Romano) es mencionado "a la pasada" en el capítulo 11, pero nunca identificado por su nombre.

    En la otra mano, puede suponerse que Daniel pensó que Media y Persia eran aliados, y gobernaron al mismo tiempo. En este caso, el segundo imperio podría ser Lidia (bajo Creso), que fueron derrotados por los persas antes de la toma de Babilonia. En cualquier caso, los enunciados de Daniel de que Babilonia era gobernada por un Medo son incorrectos. Como ya se vio, los Medos perdieron poder político por Ciro en 550 A.C., y mientras el reino combinado era ocasionalmente referido como reino de los Medos y los Persas (Ciro mismo era parcialmente un descendiente Medo, con lo que su alianza permaneció con los persas), fueron los persas quienes ejercieron el control completo (empezando con Darío I, todos los reyes persas fueron de pura sangre persa).

    ¿Cómo Daniel llegó a la conclusión de que Babilonia cayó en manos de los Medos? La respuesta no es difícil de encontrar. En el capítulo 9, Daniel relata que inspeccionaba el libro de Jeremías por claves para el futuro. Así, el profeta Jeremías hizo una predicción de que Babilonia sería conquistada por los Medos.

    Jeremías 51:11 "¡Limpiad las flechas¡!Embrazad los escudos! Jehová ha despertado el espíritu de los reyes de Media, porque contra Babilonia es su pensamiento, para destruirla. Porque la venganza es de Jehová, la venganza por su templo."

    Cuando Jeremías escribió su profecía alrededor de 609 A.C., Media aún era un imperio fuerte. Obviamente, no sabía que uno de los vasallos de Media destronaría a su amo, y tomaría control del imperio. Daniel, sin embargo, no podría concebir la posibilidad de que Jeremías haya desarrollado una falsa profecía, y decidió que Babilonia había caído en manos de los Medos.

(continúa...)

jueves, 24 de mayo de 2007

Desmenuzando a Daniel (2)

Tomado de: http://www.2think.org/hundredsheep/bible/comment/daniel.shtml el 2007-05-24, y Adaptado y Traducido al Español por quien escribe.
Imagen adjunta de Gustave Doré.


Revelando a Daniel


Problemas Históricos en Daniel



  • El Asedio a Jerusalén

    Dan 1:1 En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió.

    El libro abre aclamando que Nabucodonosor asedió Jerusalén en el tercer año de Joacim, y se llevó al rey a Babilonia junto con algunos de los tesoros del templo. En efecto, la cronología del Exilio en 2Re 24 ubica al primer asedio en el primer año del reinado de Joacim, el hijo de Joaquín, más o menos ocho años después que en la cronología de Daniel.

    8 Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre era Nehusta, hija de Elnatán, de Jerusalén. 9 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho su padre. 10 En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada. 11 Llegó también a la ciudad Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando sus siervos la tenían sitiada. 12 Entonces Joaquín, rey de Judá, junto con su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales, se rindió al rey de Babilonia. En el octavo año de su reinado, el rey de Babilonia lo tomó prisionero. 13 Después sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová y los de la casa real. Tal como lo había dicho Jehová, rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, en la casa de Jehová.

    El libro de Jeremías coincide con esta fecha, pero falla en mencionar cualquier asedio anterior durante el reino de Joaquín:

  • 1 Éstas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron deportados, a los sacerdotes y profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia 2 (después que salió el rey Jeconías, la reina, los del palacio, los gobernantes de Judá y de Jerusalén, los artesanos y los ingenieros de Jerusalén),

    En efecto, en Jeremías 36:9, encontramos a Joaquín en su quinto año, dos años después del tiempo que Daniel señala que fue llevado a Babilonia. Los registros babilonios indican que Nabucodonosor hizo a Judá un estado vasallo alrededor de 603 A.C., cuando Joaquín aún era rey, pero no registran la captura de Jerusalén en ese tiempo. En el tiempo que Daniel indica que Nabucodonosor efectuaba un asedio contra Jerusalén, los registros babilonios indican que él estaba ocupado en una guerra contra Necho, rey de Egipto (Jeremías 46:2), y que retornó a Babilonia para suceder a su padre como rey.

    ¿Cómo llegó Daniel a la conclusión de que el asedio tuvo lugar en el tercer año de Joaquín? Una posibilidad es que tenía tras de él dos relatos incompatibles sobre el exilio - 2Re 24 y 2Cr 36. El pasaje posterior indica que Joaquín fue llevado a Babilonia, aunque este pasaje no es mencionado en ningún otro recuento bíblico (parece contradecir a Jeremías), y no encuadra con el hecho de las guerras babilónicas de Nabucodonosor. Siendo un fiel creyente en la Biblia, Daniel obviamente decidió que ambos relatos debían ser verdaderos, y los combinó para crear un tercer relato, uno que es incompatible tanto con Reyes como con Crónicas. Otra posibilidad es que Daniel haya malinterpretado 2Re 24:1, y haya asumido que los tres años de vasallaje se referían al tercer año de Joaquín.

  • Los Caldeos

  • La palabra "caldeos" originalmente refería a la tribu babilónica que desplazó a los asirios en el siglo VII A.C., y estableció el Imperio Neobabilónico. En la época del exilio y posterior, la palabra era sinónimo de los babilonios (5:30, 9:1). Con el tiempo, la palabra "caldeos" también vino a referir a la clase sacerdotal educada en la sociedad babilónica, y éste es el último uso que Daniel emplea (ver 2:2, 3:8, 4:7, 5:7).

  • Darío el Medo

    Daniel registra que el Imperio Babilónico cayó a cierto rey con el nombre de Darío, un Medo. (5:31, 9:1). Ni las historias babilónicas, ni las persas guardan un registro de tal persona. Herodoto, quien escribió su historia aproximadamente en 440 A.C., registra que Babilonia cayó a un ejército persa, bajo el control del rey Ciro. Darío el Medo nunca es mencionado. En efecto, el reino Medo fue conquistado y asimilado por Ciro aproximadamente en 550 A.C., cuando derrotó a Astiages, rey de Media.

    No hay evidencias sostenibles que indiquen que la persona que Daniel imaginó ser Darío el Medo haya sido Darío I Histapas, el rey de Persia de 521 a 485 A.C. El autor de Daniel, escribiendo en el segundo siglo A.C., confundió a este rey con su propia creación, Darío el Medo.

    En Daniel 9:1, se dice que Darío es hijo de Asuero, comúnmente conocido por ser una variante dialéctica de Artajerjes (Ester 1:1). El problema, desde luego, es que Artajerjes era un persa. Artajerjes fue el padre del rey persa de nombre Darío, pero era Darío II, quien reinó entre 425 y 405 A.C. Si Daniel hubiera estado vivo en el primer año de este Darío, debería haber tenido 160 años de edad, asumiendo que haya sido un infante cuando fue llevado a Babilonia.

    Darío Histaspas fue el padre de un rey llamado Jerjes, y no puede ser la persona a la que Daniel confusamente imaginó ser el padre de Darío el Medo.

    Una punto más lejano de evidencia de que Darío el Medo era en efecto Darío Histaspas viene de Daniel 6:1. Ahí, se dice que Darío estableció 120 príncipes (mejor traducidos como sátrapas) sobre el reino. En efecto, como señala Herodoto, fue Darío Histaspas quien instituyó el sistema de satrapías.

    "Entonces él [Darío Histaspas] se estableció en Persia; y después que procedió a establecer veinte gobernaciones de la clase que los persas llaman satrapías, asignó a cada una su gobernador, y estableció el tributo que iba a pagársele por algunas naciones." (Historias, Libro III).

    Reconociendo el problema, algunos académicos bíblicos han intentado hallar soluciones. La más popular señala que Darío el Medo era Gubaru (o Gobyras), gobernador de Babilonia durante el reinado de Ciro. El problema con esta aproximación, es que Darío es frecuentemente señalado como un "rey" (Daniel 6:6, obsérvese la apelación real "viva por siempre"), y se dice que estableció leyes a través de todo el reino (Daniel 6:8-9). Ninguna de las dos cosas podía ser verdad para un simple gobernador. Además, Gobyras era babilonio, no medo.

    El problema con Darío el medo está unido con el problema de la sucesión de los persas sobre los babilonios. Como se verá después, parece que daniel pensó que el reino Medo sucedió al Babilonio, y fue a su vez conquistado por los persas. Desde luego, esto no es correcto. Media fue conquistada aproximadamente en 550 A.C. por Ciro, y nunca recuperó poder político. El Reino Persa fue alguna vez llamado Reino de los Medos y Persas (ver Ester 1:19 y 1Macabeos 1:1 por ejemplo), pero no había duda a que se debía al hecho de que en un tiempo Persia fue un estado vasallo de Media.

  • Los Reyes Persas

  • En Daniel 11, el ángel Gabriel informa al profeta que habrá 4 reyes persas antes de la llegada de Alejandro Magno.

    2 Ahora yo te mostraré la verdad. Aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas, más que todos ellos. Este, al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia. 3 Se levantará luego un rey valiente, que dominará con gran poder y hará su voluntad. 4 Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; pero no será para sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó, porque su reino quedará deshecho y será para otros aparte de ellos. [El Reino de Alejandro fue dividido entre sus cuatro generales tras su muerte].

    Dado que Daniel supuestamente escribió durante el reinado de Ciro (Daniel 10:1), esto lo haría el primer rey persa de Daniel 11:2. Ciro derrotó a Babilonia en 536 A.C. Alejandro tomó el reino del último rey persa en 333 A.C. Esto nos da 203 años para los reyes persas. Dividido entre los cuatro reyes, obtenemos una media de 51 años cada uno, lo que es un poco excesivo.

    La verdad del asunto es que hubo nueve reyes persas desde Ciro hasta Alejandro. Fueron:

    Ciro (549 - 529 A.C.)

    Cambises (529 - 522 A.C.)

    Darío (521 - 485 A.C.)

    Jerjes (485 - 465 A.C.)

    Artajerjes (465 - 425 A.C.)

    Darío II (425 - 405 A.C.)

    Artajerjes II (404 - 358 A.C.)

    Artajerjes III (358 - 338 A.C.)

    Darío III (338 - 330 A.C.)

    Daniel pudo haber errado, por el hecho de que el Antiguo Testamento sólo menciona cuatro de los siete reyes persas - Ciro (Esdras 1:1), Darío 1 (Esdras 4:5), Jerjes 1 (Asuero - Esdras 4:6) y Artajerjes I (Esdras 4:7).

  • Historias de la Corte de Daniel.

  • Como ya se mencionó, los primeros seis capítulos del libro contienen historias sobre Daniel y sus amigos en Babilonia. No es posible decir si fueron escritos por un autor posterior, o fueron obtenidos de una fuente más antigua y coleccionadas en el trabajo final. Es significativo el que estas historias generalmente siguen al mismo tema. Daniel y sus amigos fueron conminados o tentados a desobedecer en algún punto la Ley Judía. Ellos refusaron, y como recompensa, Dios los guardó de daño.

    En el primer capítulo de libro, encontramos que los cuatro amigos rechazan la comida del rey, en concordancia con las leyes alimentarias judías. Sin miedo a desnutrirse, consumen a cambio sólo vegetales y agua (1:12). Al final de este tiempo, se encuentran más inteligentes y fuertes que sus contrapartes (1:15), y fueron promovidos a la corte del Rey (1:19).

    El tercer capítulo del libro registra otra historia, esta vez involucrando sólo a tres amigos de Daniel. Nabucodonosor construyó una estatua gigante de oro (3:1). Exigió que todos sus súbditos adoren la estatua, bajo pena de muerte por fuego (3:6). Naturalmente, los amigos de Daniel rechazaron rendir homenaje a la imagen (3:12), y fueron puestos en las llamas (3:20). En vez de ser consumidos, los tres amigos no fueron dañados por las llamas, debido a la protección de un ángel (3:25). Una vez más, la historia termina con los correctos judíos siendo promovidos en el Reino Babilonio (3:30).

    Una vez más, la moral del cuento es clara. Ambos libros de los Macabeos registran que Antíoco trató de obligar la adoración al dios griego Zeus en Palestina (2 Macabeos 6:1-2). Algunos judíos aceptaron el nuevo régimen, pero otros resistieron, usualmente pagando con sus vidas. Daniel acá indica que aquellos que sigan a Dios en todas las cosas tendrán su recompensa.

    El sexto capítulo del libro registra una historia muy similar, esta vez involucrando sólo a Daniel. En esta historia, el Rey Darío suscribe una ley que prohíbe orar a cualquier deidad que no sea al mismo rey (6:7 - los reyes de Babilonia eran vistos usualmente como seres semi-divinos). Daniel, siendo un judío piadoso, lo rechazó (6:10), y se encontró a sí mismo condenado a una cueva de leones (6:16), de la que fue rescatado por ayuda divina (6:22). Nuevamente, la moral de la historia enseña que Dios recompensará y socorrerá a quienes sigan sus leyes, incluso enfrentando a la persecución, situación que los judíos enfrentaban bajo el mandato de Antíoco.

(continúa...)

Desmenuzando el Libro de Daniel (Parte 1)

Tomado de: http://www.2think.org/hundredsheep/bible/comment/daniel.shtml el 2007-05-24, y Adaptado y Traducido al Español por quien escribe.




Revelando a Daniel




El libro de Daniel ha sido por mucho tiempo un texto popular entre los futuristas, quienes ven en él la revelación del fin de los tiempos. Excluyendo al libro de Revelación (o Apocalipsis) del Nuevo Testamento, no hay otro documento que haya sido sujeto de más estudio, interpretación y especulación por aquellos ansiosos por devisar el curso del futuro. Su rica, y algunas veces oscura, abundancia en imágenes literarias y simbolismos han probado ser una fuente fructífera para otros apocalípticos, y los ecos de Daniel pueden ser encontrados en el "pequeño apocalipsis" de Marcos 13 y, desde luego, en el libro de Revelación.


¿Pero de dónde vino el libro de Daniel con la forma actual? ¿Daniel realmente revela el futuro o, como todos los demás libros del género apocalíptico, hace un registro del pasado?


Resumen de Daniel


Parece ser que el libro de Daniel fue escrito por uno de los judíos exiliados, llevados a Babilonia por Nabucodonosor. Ahí, con sus compañeros, Daniel impresionó al rey de Babilonia con su fe y su sabiduría, y rápidamente ascendió a una posición prominente en el reino babilónico.


El libro de Daniel puede dividirse en dos partes. Los primeros seis capítulo contienen historias legendarias sobre Daniel y sus compañeros en Babilonia, y más tarde, bajo los persas. El resto del libro detalla una serie de visiones que Daniel recibió. Estas visiones relatan el fin de los tiempos, como el autor lo vio, revelando el eventual triunfo de Dios sobre las fuerzas de la oscuridad, el bien sobre el mal.


¿Quién era Daniel?


Una legendaria figura con el nombre de Daniel es mencionado en el Antiguo Testamento en Ezequiel 14:14,20 y 28:3. Sin embargo, como la pronunciación del nombre de este Daniel difiere de aquél del libro de Daniel, y considerando que este Daniel es mencionado en compañía de figuras tales como Job y Noé, muchos académicos sospechan que Ezequiel se refería al mítico héroe cananeo con el nombre de Danel, conocido a nosotros por medio de los textos de Ras-Shamra, encontrados en Ugarit en el norte de Siria.


Fuera del libro de Daniel en sí, no hay otras referencias tempranas a Daniel, un judío en la corte de Babilonia. Un análisis de la literatura judía intertestamental revela que no hay referencias al libro de Daniel que puedan datarse con anterior a la rebelión de los Macabeos, un hecho que afecta significativamente el debate que rodea a la fecha del libro.


El autor de Daniel


Aunque en el mismo libro se reclama la autoría a Daniel en Babilonia, evidencias internas y externas revelan que fue escrito en Jerusalén alrededor del año 164 A.C. Técnicamente, el libro pertenece a la clase de textos conocidos como pseudoepigrafía, debido a que es atribuido a una figura legendaria, mientras que en realidad fue escrito mucho tiempo después por un autor desconocido. Otros libros en este género incluyen al Primero de Enoc, la Asunción de Moisés, y el Apocalipsis de Juan, aunque este último fue escrito con mucho menos tiempo de diferencia.


Una pregunta que naturalmente emerge es cuántos autores tiene el libro de Daniel. (Como todos los manuscritos tenían que ser escritos y copiados a mano, no era inusual que un libro sufra posterior expasión y edición, un proceso casi imposible en la era de la prensa). Algunos académicos proponen al menos dos autores, basados en el hecho de que el libro de Daniel fue escrito en dos lenguajes originales: arameo, desde 2:4b a 7:28, y hebreo para el resto. (La Septuaginta, y consecuentemente las versiones Católicas Romanas del libro de Daniel, incluyen algunas secciones no encontradas en las versiones hebrea/aramea. Estas secciones fueron escritas en griego, y consisten en las leyendas del Dragón, la Oración de Azarias y el Canto de los Tres Jóvenes. Como estas secciones han sido, obviamente, adiciones posteriores al texto, no se considerarán aquí). Otros académicos prefieren un autor, indicando que su autor incluyó leyendas orales del Daniel mítico en la primera sección del libro, y escribió el resto él mismo. Como esta es una pregunta complicada y, por último, no respondible, este estudio asumirá un solo autor. Debe tenerse en mente, sin embargo, que este podría no ser el caso.


Contexto histórico


El libro de Daniel encuadra varias centurias de historia en sus páginas. Ocasionalmente, como se verá, esta historia no puede ser reconciliada con los hechos conocidos, que provean una pista para fechar al verdadero autor. Para establecer la escena, es necesario un sobrevuelo de la historia del Medio Oriente, como afectó a los judíos.


La historia comienza con la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Esta historia está registrada en 2Re 24, y 2Cr 36 (también en porciones del libro de Jeremías). Desafortunadamente, estas dos secciones no son completamente compatibles, así que debe compararse con la historia babilónica. Jerusalén fue asediada alrededor de 597 A.C. Luego del asedio, Nabucodonosor tomó al rey judío Joacim y su familia a Babilonia engrilletados. En su lugar, instaló un rey títere, cuyo nombre era Sedequías, a gobernar Judea. Sedequías, eventualmente, se rebeló, motivando a Nabucodonosor a destruir la ciudad y el templo en 587 A.C., y deportar un gran grupo de la población.


Mientras Babilonia tenía control de Palestina, otras fuerzas estaban agitando el Asia Menor. Persia era, en ese tiempo, un estado vasallo de Media, bajos los reyes medos Ciaxares y luego Astiages. El historiador griego Herodoto registró una historia (posiblemente apócrifa) del nacimiento de un niño profetizado, llamado Ciro, que vivió entre los persas. A pesar de los intentos de Astiages de tener al niño ejecutado, Ciro sobrevivió y posteriormente condujo una revuelta de los persas contra sus amos medos. En 550 A.C., Ciro derrotó a Astiages, y tomó control del Imperio Medo. Habiendo ganado el control de Media, Ciro puso su vista en Babilonia, y tomó la ciudad capital en 536 A.C. Entonces, Ciro permitió a los judíos cautivos retornar a su patria y empezar a reconstruir la ciudad, como está registrado en los libros de Esdras y Nehemías.


Los persas dominaron Asia y el Medio Oriente por más de dos siglos. Durante este tiempo, la religión persa tuvo un efecto profundo en el judaísmo, y consecuentemente en el cristianismo, introduciendo conceptos tales como Satán (llamado Ahriman en la religión persa), y el Cielo y el Infierno (los judíos, hasta este punto, no tenían creencias discernibles en otra vida).


Eventualmente, el último rey persa, Darío III, fue conquistado por los griegos, Alejandro Magno, en 333 A.C. Alejandro mismo murió aproximadamente 10 años después de este punto (algunas leyendas dicen que contrajo malaria). Después de su muerte, el recién ganado imperio fue distribuido entre sus cuatro generales: Casandro, Lisímaco, Ptolomeo y Seleúco. De éstos, los últimos dos establecieron dinastías: Ptolomeo en Egipto, y Seleúco en Siria, que continuaron luchando por el control de Judea por los próximos siglos. De la línea de los selyúcidas, apareció una persona particularmente reprensible con el nombre de Antíoco IV Epífano. Antíoco instituyó la política de forzar la helenización de Judea alrededor de 170 A.C. Prohibió la práctica del judaísmo, declaró fuera de ley la lectura del Torah y la observancia del sacrificio diario y las fiestas anuales, así como el rito de la circuncisión, y finalmente profanó el Templo al eregir un altar a Zeus en el lugar santo, y sacrificando un cochino en el altar judío. (Todo esto registrado en los libros deuterocanónicos de I y II de Macabeos).


Las atrocidades de Antíoco condujeron, inevitablemente, a una revuelta. Después de la muerte de Antíoco en 163 A.C., los judíos se rebelaron contra los griegos bajo el liderazgo de los Macabeos, quienes establecieron una dinastía Jasmoneana, y ganaron autonomía para Judea de los griegos. Esta autonomía terminó con la llegada de los romanos en 63 A.C., y no fue reestablecida hasta 1948 D.C.


Fechado de Daniel


Teniendo el contexto histórico de Medio Oriente en mente, se puede aproximar la pregunta de cuándo fue escrito el libro de Daniel. El libro se clama ser trabajo de un judío exiliado en Babilonia, durante el período de 586 a 536 A.C. aproximadamente. Como se verá posteriormente, un análisis del libro revela hechos interesantes.


El primer punto es que no hay mención alguna del libro de Daniel antes del II A.C. Como Artur Weiser explica:


"El libro de Daniel es ubicado primero en la literatura tardía; no es mencionado en la "oración a nuestros antecesores" en Ecclus. 44 ss., pero por primera vez en Oráculos Sibilinos III, 338 ss. (aproximadamente 140 A.C.) y en Primera de Macabeos 2:59 ss. (alrededor de 100 A.C.). (Einleitung in Das Alte Testament, 1961, pg 315, traducido al inglés por Dorothea M. Barton.). La fecha de los Oráculos Sibilinos III no tiene controversia. En consecuencia, puede decirse con cierta seguridad que la más temprana referencia indisputable al libro de Daniel ocurre en el libro de I Macabeos (2:60), fechado a partir de evidencia interna aproximadamente en 100 A.C. Las copias manuscritas más tempranas conocidas de un fragmento de Daniel serían probablemente 4QDan de Qumran, también fechados aproximadamente en 125-100 A.C.


El segundo punto es que la historia de Daniel sobre el exilio y la caída de Babilonia está en contraposición con los hechos históricos conocidos. Además, parece estar confundido sobre los detalles del reino de los reyes persas. En contraste con esto, el registro de Daniel sobre los griegos, y Antíoco en particular, es detallado y extremadamente preciso, hasta un punto. Este punto es 164 A.C. Después de este punto, Daniel predice posteriores altercados entre Antíoco y Ptolomeo (el rey egipcio) que nunca tuvieron lugar. El sentido común nos dice que el libro fue escrito poco antes de la muerte de Antíoco, durante una severa persecución al pueblo judío.


Y ahí yace el propósito del libro de Daniel. Como su contraparte del Nuevo Testamento, la Revelación de Juan, Daniel fue escrito para fortalecer al pueblo durante un tiempo difícil. Mientras que Juan escribió a los cristianos bajo la persecución de Domitano, Daniel escribió a los judíos durante la persecución de Antíoco. Desarrollando su historia como una serie de predicciones, Daniel esperaba mostrar los sufrimientos presentes de su pueblo como si fueran parte del plan de Dios para su pueblo. Si el autor podía convencer exitosamente a sus lectores de que era hábil de predecir con exactitud el futuro, podría convencerlos de que las predicciones de la muerte de Antíoco y el establecimiento del reino de Dios eran predeterminadas e inevitables.


Cuánto éxito tuvo Daniel en su cometido es materia de especulación. Aunque influenció a los apocalípticos, su trabajo fue largamente ignorado por la corriente judaica de su tiempo. Finalmente encontró un nicho en el canon judío, pero fue puesto en la sección llamada Las Escrituras. Esto no estaba de acuerdo con su status de libro profético.





(Continúa...)